sábado, 27 de junio de 2015

El verdadero liderazgo en la actualidad

Fragmentos del ensayo "El verdadero liderazgo en la actualidad" de Luis Antonio Fernández Aldana para el curso "Construcción del sistema de liderazgo" llevado a cabo en la Universidad del Valle de México Campus Puebla el 17 de Junio del 2015.

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“…escoge a tus aliados y aprende a luchar acompañado, porque nadie vence una guerra solo”.
-Chuang Tzu-

En los tiempos actuales es muy común que se hable de liderazgo o líderes, principalmente en las empresas y en la política. Sin embargo, este es un concepto que ha perdido su esencia. Si hablamos de líderes en la historia mundial podríamos mencionar a Juárez, Luther King, Bolívar, entre otros, pero, lamentablemente, en nuestros tiempos la etiqueta de líder la toma cualquiera que tenga posibilidades de pagar un reportaje en una revista como “Time”.

Consultando en internet algunas definiciones sobre liderazgo, nos dicen que “liderazgo es el conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser de las personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de metas y objetivos”, pero no me sorprende haber encontrado también que “el liderazgo entraña una distribución desigual del poder. Los miembros del grupo no carecen de poder; dan forma a las actividades del grupo de distintas maneras. Aunque, por regla general, el líder tendrá la última palabra”.

Esta última cita es la que debemos cambiar, aunque se reforme la definición, en la práctica se sigue llevando a cabo, no es lo mismo ser un líder que un jefe, el líder motiva, capacita, comunica, no representa un trabajo en sí, sino que es el representante, la voz de todo un equipo de trabajo, todo aquello que se nos define como liderazgo integral. En cambio, un jefe, como cité anteriormente, sólo busca tener la última palabra, en nuestros tiempos ya no se puede trabajar de esta forma, no estamos en la época de Don Porfirio donde una sola persona hace y dice todo.

El verdadero trabajo de liderazgo, un liderazgo integral, viene “desde abajo”, desde la base, únicamente con una base sólida se puede realizar una buena edificación. Actualmente las decisiones se deben tomar democráticamente, no que alguien tenga la última palabra sin hacer una consulta previa a su equipo de trabajo, bien dicen que dos cabezas piensan mejor que una, se debe consultar, analizar y debatir todas las propuestas del equipo de trabajo, conocer opiniones y así elegir entre todos los integrantes qué es lo más conveniente para poder cumplir con el principal objetivo de la organización o empresa, después de ello el líder como representante de todos los demás, debe procurar llevar las propuestas a la práctica, el líder, en vez de decir “quiero que se haga esto” o “yo opino aquello”, debe decir “mi equipo ha decido que se haga esto”, o “mi equipo opina aquello”.

No quiero decir con esto que hay que caer en la “juntitis”, donde se hacen reuniones para todo y no se soluciona nada, una equipo de trabajo debe reunirse una vez al mes como máximo para atender los problemas más importantes, y sólo hacer reuniones extraordinarias para casos urgentes, el 80% del tiempo, por lo menos, se debe estar trabajando, produciendo, llevando a la práctica las decisiones tomadas, el resto del tiempo se debe invertir (no gastar) en, por ejemplo, capacitaciones, retroalimentación, etc.

Tampoco se debe caer en el error de depender de una sola persona, es terrible ver que en algunas organizaciones, por ejemplo, si no está la secretaría, todo se paraliza, no se hacen llamadas telefónicas, no se agendan citas, no se hacen las solicitudes pertinentes a otros departamentos, etc. Si pertenecemos a un equipo de trabajo, debemos ser conscientes de que ese equipo no permanecerá exactamente con los mismos integrantes todo el tiempo, todos deben saber hacer todo, todos deben saber tomar decisiones, cuando el capitán de un barco se baja, alguien más debe tomar el timón, pase lo que pase, se debe seguir caminando hacia adelante, por ello el liderazgo se da entre todos y para todos.

Bernardo Arévalo, en su artículo “Los malos líderes son culpa de los malos seguidores”, del periódico “Nómada” de Guatemala, nos menciona que existen malos líderes porque hay “quienes identificando un liderazgo negativo al que no apoyan no hacen nada para contrarrestarlo”. Ésta es la razón por la que todos debemos involucrarnos, cada integrante de un equipo de trabajo es como un rompecabezas, donde, aunque todas las piezas son diferentes, en algún lugar encajan y ayudan a que un todo sea posible, si yo veo que alguien del equipo hace algo mal (sea o no el líder) debo expresarlo, para que ese error no perjudique a nadie, al mismo tiempo, uno como integrante debe estar abierto a las críticas constructivas para saber en qué hay que mejorar y seguir con lo que se hace correctamente.

El mismo Arévalo nos dice que “la capacidad de un líder para imponer a sus seguidores su voluntad y sus ideas es cada vez más limitada” que “los seguidores construyen y destruyen liderazgos. Los seguidores asumen cada vez más un papel de liderazgo -difuso, colectivo, horizontal- mientras que los líderes se vuelven cada día más seguidores”.

Por su parte, Lewis Howes en su artículo “4 señales de que eres un líder terrible” publicado en www.soyentrepreneur.com asegura que “el liderazgo se trata de mucho más que de simplemente decirles a las personas qué hacer. El liderazgo se trata de la inversión que hacemos en otros y de las responsabilidades que aceptamos por ser la voz y dirección en que los demás confían”. El líder debe ser la voz de otros líderes, en un equipo de trabajo TODOS, en la práctica, debemos ser líderes, es decir, TODOS debemos capacitar a nuestros compañeros, motivarlos, apoyarlos en lo necesario, etc., por eso se supone que somos parte del equipo, porque fuimos elegidos por el valor o conocimientos que podemos aportar. Pero no todos pueden llevar la etiqueta de líder, debe haber sólo uno, una voz que pregone lo que los demás opinan o necesitan.

En su canal de videos de YouTube, Sandra Burgos, de 30 K Coaching, hace un comentario muy importante, ella nos dice que “la mayoría de los líderes se sienten a gusto liderando seguidores y seguidoras, porque eso es relativamente fácil. Lo verdaderamente desafiante es liderar líderes potenciales, hacerlos crecer y, sobre todo, proporcionarles las herramientas para que lleguen a superarlo a uno mismo.” Por ello, el objetivo supremo de cada ser humano debe ser el procurar el bienestar de los demás, no caer en el egoísmo, debemos entender que si yo ayudo a los demás, ellos también podrán ayudarme y reconocer cuando alguien más es mejor que nosotros, no es decir “no puedo hacer las cosas”, por supuesto podemos hacer lo que nos propongamos siempre y cuando sea en el momento adecuado, respetando tiempos.

Surge una cuestión, si todos en un equipo de trabajo son líderes, ¿habría una disputa de poder? Si alguien crea conflictos de poder, esa persona no es realmente un líder, es alguien que sólo desea convertirse en jefe para gozar de prerrogativas. Una de las características principales de un líder debe ser la humildad, una persona sin valores no puede lograr ser feliz, el triunfar a costa de otros, sin escrúpulos, ha acercado cada vez más a los seres humanos a una vida vacía y sin sentido.

Para ajustarnos a los tiempos actuales yo cambiaría la palabra “líder” por “representante”, el concepto de líder está sobrevalorado, ya no se puede usar como en sus orígenes donde significaba que una persona convencía a otras muchas para seguirlo y hacer lo que él creía más conveniente para las mayorías.

El verdadero liderazgo se construye desde abajo, desde la base, un líder ya no es quien está al frente, el líder pasa a la acción, a la práctica, y sólo existe un representante de un grupo de líderes cuya voz es utilizada para dar a conocer sus opiniones y lo que ha trabajado con los demás.

Es de suma importancia que todos seamos parte de un verdadero liderazgo, que todos cumplamos y hagamos cumplir los objetivos que tenemos planteados como empresa. Como líderes, debemos tener el valor de la humildad, reconocer el esfuerzo de otros así como nuestros propios errores y enmendarlos.

Como parte de un equipo de trabajo, todos debemos ser conscientes de dónde estamos, a dónde queremos llegar y cómo lo vamos a lograr, ver, aceptar y enfrentar realidades, todos siguiendo el mismo camino. Además, debemos aprender a dialogar y comunicar para llegar a acuerdos, a detectar y prevenir problemas, a dar soluciones que, como mencioné, hagan cumplir con los objetivos de nuestra empresa.

Otro factor importante es la motivación, tenemos la obligación moral de apoyar y permitir que nos apoyen para lograr los objetivos de la institución, el representante del equipo de trabajo se vuelve el intermediario para lograr los apoyos necesarios que ayuden a aumentar la productividad y la calidad en el servicio que se ofrece. Si los integrantes de la organización están motivados se sentirán pieza clave para lograr sus propios objetivos y en consecuencia harán lo posible por cumplir los objetivos de la empresa.

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